EL AMOR  NO  REQUIERE  QUE  DOS   PERSONAS  SE  MIREN  ENTRE  SÍ.   PERO  SI,   QUE  MIREN JUNTOS  EN  LA MISMA DIRECCIÓN.

A. de Saint-Exupéry

Es difícil

Es difícil tratar de reflejar en unas cuantas líneas los sentimientos y las emociones que pasan por nuestra cabeza, tanto más cuando muchos de ellos ni siquiera los tenemos demasiado claros, mucho más cuando, como quien las escribe, no es, para nada, un profesional de la palabra escrita.

El amor, la pasión, la ternura, el cariño...todos ellos conceptos que tenemos más o menos claros dentro de nosotros mismos; cuando tratamos de expresarlos, de trasmitirlos a quien tenemos enfrente, en muchas ocasiones se convierten en una serie de balbuceos inconexos, de palabras sin demasiado sentido que terminan por no reflejar, en lo absoluto, aquello que sentimos y que tanto tiempo llevábamos pensando como decir.

Es difícil, al menos lo es para mí, expresar mis sentimientos, y si no puedo hacerlo de la manera adecuada, difícilmente conseguiré hacer comprender a quien me lee o a quien me escucha lo que realmente me pasa, lo que realmente amo, lo que realmente padezco.

¿Cuantas veces, la persona amada es consciente, realmente, de la grandeza de nuestro amor? ¿Cuántas veces, hemos querido explicar el sentir de una caricia y nuestras palabras han muerto en el camino? Y ¿Cuántas veces, la lagrima que ha recorrido nuestras mejillas, se ha perdido sin encontrar, en quien la veía, un sentido definido?.

Desde hace más de un año, y a través de estas páginas, hemos tratado de transmitir los sentimientos, unos sentimientos muy profundos, de un grupo de personas; no sé si en algún momento lo habremos conseguido, tengo serias dudas sobre ello. Lo que sí puedo decir, es que siempre, desde nuestras limitaciones, se ha tratado de hacer lo mejor posible y, no os quepa duda, era una labor difícil.

La seriedad de las colaboraciones recibidas y el contacto con gentes de distintos lugares y  en situaciones muy diferentes, tanto laborales como personales, creo que han tratado de trasmitir una visión global de ese sentir y que, releyendo todos los escritos recogidos en estas páginas, seguro que cualquier persona ajena a este mundo, estará mas cerca de comprendernos y eso, que duda cabe, es importante.

Pero, ahora me vais a perdonar, éste es, en cierta manera, un editorial de despedida, no por mi desaparición total de estas páginas, pero si como “responsable” más o menos directa de las mismas y, por ello es, más que nada, el título de este editorial; es difícil expresar lo sentido tiempo atrás y lo que siento en este momento.

He conocido a muchas personas, muchas más de las conocidas, en un plazo de tiempo similar, en otros momentos de mi vida y, muchas de ellas, con una calidad humana excepcional; con ellas me he emocionado, he reído, he compartido sensaciones, penas y alegrías. También durante este tiempo he sufrido pérdidas, en algún caso perdidas importantes, de personas que, tal vez, mal interpretaron sentimientos o simplemente palabras y que se fueron dejando un vacío del que posiblemente nunca sean conscientes.

No se trata de hacer un balance, además eso solo me importa a mí y, en cualquier caso, una lagrima puede hacer olvidar mil cosas buenas de igual manera que una sonrisa anular mil tristezas; se trata de dar las gracias por lo bueno y por lo malo ya que con todo ello se vive y yo he estado más viva que nunca.

Es difícil expresar lo que siento, pero, os aseguro, he estado y aun estoy cerca de la caricia y de la lágrima, vosotros decidiréis si eso es importante.

Besos

Vanesa